145 años como Colegio Profesional
El Ilustre Colegio de Abogados de Santa Cruz de La Palma cumple 145 años como Colegio Profesional.
Queridas compañeras y compañeros.
Tal día como hoy de hace 145 años, concretamente el día 1 de enero de 1.875, el Ilustre Colegio de Abogados de Santa Cruz de La Palma se constituye oficialmente como colegio profesional.
Nos reencontramos una vez más con nuestra historia, con nuestros orígenes, con años de esfuerzo y notable dedicación a la abogacía en general.
Nuestra institución no es ni puede entenderse sin sus colegiados, sin las instituciones públicas que le dan cobertura y le sirven de soporte, sin la administración de justicia y los diferentes operadores jurídicos. En definitiva sin la sociedad de la que participamos y nutrimos.
Lo que caracteriza a la institución Colegial es precisamente que es justamente más que eso, más que una figura legal, mucho más que lo que muestran o trasmiten los documentos formales de su constitución.
El Colegio es una comunidad de personas vinculadas personal y profesionalmente al mismo por y para siempre. Por ello es que avanzamos, por ello es que alcanzamos metas, por ello es que compartimos momentos que van más allá de una relación profesional o corporativa y ello es así porque el Colegio constituye una comunidad de personas vinculadas, compartiendo una misma misión al servicio de la abogacía, el derecho, la legalidad y la ciudadanía.
Vengo, en nombre propio y en el de la abogacía institucional que hoy represento, en felicitaros agradeciendo y reconociendo vuestro fructífero trabajo en pro de la defensa del justiciable.
Es por eso por lo que os doy mí más sincera enhorabuena y las gracias en nombre del Ilustre Colegio de Abogados de Santa Cruz de La Palma y de la Abogacía en general conminándoles a tomar lo bueno y a mejorar aquellos valores que incansablemente buscamos, aprovechando la experiencia acumulada y a considerarla como un rico patrimonio sobre el cual sustentar el desarrollo de futuro que os queda por delante, a defender la legalidad mediante el recto ejercicio de la abogacía y a seguir la estela de los que algún día nos precedieron y hoy nos deben de servir de referencia sin dejar u olvidar la esencia de ser vosotros/as mismos/as.
A todos y cada uno/a de vosotros/as, tanto aquellos/as que lamentablemente nos han dejado, a los/as que estamos y los/las que llegarán en un futuro, nuestras felicitaciones, nuestra admiración, nuestro respeto y nuestro respaldo, por perseverar con entusiasmo en la gran tarea de ejercer y representar a la abogacía por varios siglos más.
Juan Antonio Rodríguez Rodríguez
Decano